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Cada día aguanto menos el humo

cigarrillo.jpg

————-MODE CABREO ON———— 

Lo siento, pero la cruzada en contra de los fumadores va en aumento. Y no lo hago porque sea un intransigente, sino porque quienes son intransigentes y no tienen en cuenta a los demás son los propios fumadores. ¿Que me cabreo? ¡Pues claro que me cabreo! Hoy, sin ir más lejos, se me ha caído el estuche de las gafas (de tela, para más señas) y se ha hecho un agujero porque alguien había tirado una colilla sin apagar… Y me he puesto de mala leche, claro. 

Llegas a un bar-cafetería-restaurante (sí, vale, están habilitadas zonas de fumadores… ¡y una mierda!), te sientas tranquilamente a tomar un café o te apoyas en la barra, y la persona de al lado no sólo no se corta a la hora de fumar (si hablamos de libertad, es libertad para todos, tanto para fumar como para no recibir el humo), sino que «aleja» el cigarrillo de su café (igual le molesta) y te lo planta encima o echa el humo fuera de sus «dominios» que, casualmente, se convierten en los tuyos.

Verán, señores fumadores, puedo entender que el tabaquismo se considere un vicio o, incluso, una enfermedad, pero eso no implica que tengan derecho por encima de los demás a hacer determinadas cosas.

Me jode llegar a casa y tener que colgar la ropa en la terraza porque apesta; me jode no poder oler el aroma del café porque el sujeto de al lado me está apestando con su mierda en forma de canuto; me jode estar en un lugar público cerrado y que a los 15 minutos me quede sin voz por el ambiente de humo; me jode tener que decirle a alguien que retire su cigarrillo de encima de mi tostada y que encima me mire mal; me jode encontrarme el suelo, tanto de los bares como de la calle, lleno de colillas apagadas o sin apagar; me jode el tufo que deja el tabaco en un local; me jode que me miren mal cuando le pides a alguien que no fume en tu coche o en casa; me jode esquivar colillas encendidas cuando voy en moto porque un mamón/a las tira por la ventanilla; me jode oír verano sí y verano también que un incendio ha sido provocado por una colilla mal apagada; y, sobre todo, me jode que me digan que el que no aguanto nada soy yo…

¿Un vicio? Voy a dejar constancia de unos cuantos más y me dices si aguantarías que alguien así se sentara a tu lado en el bar:

  • Onicofagia: o lo que es lo mismo, comerse las uñas. ¡Qué gran placer notar como chascan en tu boca para luego escupirlas por encima del hombro! ¿Qué te ha caído en el café? Pues te jodes. Desde luego, que intransigente.
  • Onanismo: llegar al bar, sentarte plácidamente, y disfrutar de tu vicio favorito mientras contemplas abstraído el telediario de la 2… ¡Uy, perdón! ¿Le he manchado? tampoco es para tanto, eso se quita llevando el abrigo a la tintorería, y además no tiene aditivos ni conservantes artificiales.
  • Sacarse los mocos: (creo que no tiene nombre científico). ¿Asqueroso? Pues un neumólogo austriaco, el doctor Friedrich Bischinger, ha señalado que el hecho de «escarbar con el dedo en las fosas nasales es un acto muy sano, pues con los dedos se llega a partes del interior de la nariz que no se puede llegar con un pañuelo. Y si, además, se ingieren los mocos obtenidos, el resultado es muy saludable, ya que refuerzan el sistema inmunológico«. Aunque si en vez de comértelos (recomiendo la alternativa de la tostada que tienes delante) haces una pelotilla y la lanzas al éter, igual aciertas al señor de enfrente. ¿Le molesta? ¿No ve que estamos hablando de una cuestión de salud? ¿Prefiere que enferme?
  • Halitosis: prueba a comer un par de ajos y pregunta con voz sensual al cliente de la mesa de al lado si tiene hora. Hazlo cada 5 minutos para que vea que estás interesado en él/ella. Quién sabe, igual de esta ligas…

En fin, y podría seguir así durante un buen rato. Entiendo que estoy cabreado, pero también que el «vicioso-enfermo» que tiró la colilla encendida no me va a pagar ni de coña la funda de las gafas, así que al menos me quedo a gusto.

Y concluyo: ¿intransigente? NO, QUE ESTOY HASTA LOS COJONES DE QUE ME ECHES TU HUMO.

Y ahora, voy a relajarme que hay que trabajar.
Siento este momento de ofuscación pasajera… Espero que no vuelva a pasar.

———————MODE CABREO OFF——————————— 

Fuente fotográfica: www.worth1000.com


1 Respuesta to “Cada día aguanto menos el humo”


  1. 1 Profesor Tarantoga
    2 junio, 2007 a las 12:06 am

    Este blog no hace sino socavar los principios del estado de derecho. es una afrenta constante a los españoles de bien, a la gente de orden.
    He pasado por alto los velados insultos a Camilo Sesto Superstar (¡comparado con Richard Clayderman!¡ni que fuera Felipe Campuzano!). Pero esta abierta crítica a la política de Doña Esperanza Aguirre me parece, simplemente, de fachirrojos. ¿Es que la progresía no tiene nada mejor que hacer que cuestionar sus decisiones? encima ahora, que ha sido bendecida por Don Federico en su nuevo Programa.

    Mira, especie de sociata, que a mi no me engañas con esos enlaces. Que si Doña Esperanza permite fumar en los bares, será que no es tan malo. Deja ya de gallardonear. Al Gore de pacotilla, que eso es lo que eres.

    Y encima se mete con el onanismo. ¡Hipócrita! ¿Qué haríamos nosotros sin las pajas, aunque sean las mentales?


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